
En Uruguay agosto es sinónimo de nostalgia. Y muchas veces, las comidas de olla vinculadas a estas fechas, también lo son. Esos platos que no necesitan presentación, porque ya los conocemos de memoria y nos despiertan recuerdos felices. Un guiso de lentejas, un puchero, o ese arroz con leche que se comía tibio, directo del cucharón.
A los uruguayos nos gusta celebrar lo que alguna vez nos hizo felices, por eso disfrutamos tanto juntarnos con la familia o con amigos al rededor de una mesa, para contar anécdotas mil veces contadas o generando nuevas para recordar, pero siempre con un rico plato caliente como excusa.
Desde hace casi un siglo, en La Manchega estamos orgullosos de ser parte de esa memoria emocional que despierta cada plato de invierno en los hogares del país.